miércoles, 29 de abril de 2009

Hace meses que la palabra “crisis” se ha convertido en una de las más repetidas en el mundo; en cafés, restaurantes, reuniones familiares, reuniones de trabajo, se convirtió en asunto de alta relevancia en cualquier sitio en donde estuvieran 2 o más personas … el tema se utilizaba para hacer tiempo, para hacer platica mientras te hacían manicure, o esperabas por tu comida… era entonces lo que en la moda podemos llamar el “básico” de la temporada… en realidad aún lo es pero como todo básico lo colgamos en el armario y sabemos que esta ahí, listo para retomarlo cuando queramos.

Hace semanas que la moda se ha visto afectada gravemente, buscamos en el fondo de nuestros armarios y cajones pero los cubre bocas no figuraban, al menos hasta hace días… hace semanas que la palabra “crisis” se colocó en otro sitio y tomó otro sentido… ahora solo hablamos (a una distancia considerable y con todas las medidas necesarias) del mal que aqueja a nuestro país y muy probablemente a otros más, hablamos de la “influenza porcina”, hablamos de cual será el mejor antibacterial, de si podemos o no comer carne de cerdo, de la cantidad de casos que se han presentado… estamos al pendiente de noticieros y de Internet… en donde por cierto no hablan de otra cosa que no sea esto, ¿acaso no sucede nada mas en el país?

Ahora sugieren en algunos medios, y por lo que me han contado, también circula en Internet la idea de que todo ha sido una mascara, una venda para los ojos del mundo… en efecto pusimos pausa a la política (permitiendo que renazcan una ves mas), pusimos pausa a la educación, pusimos pausa al comercio (nunca al farmacéutico), se pospusieron eventos, se jugaron juegos sin efervescencia ni pasión, se conmocionaron ciudadanos responsables… hace algunos días visite un supermercado y fue impresionarte ver a las familias haciendo el súper con sus cubre bocas, señoras, jóvenes, niños, todos fuera de sus casas por alguna razón pero con todas las precauciones. Se pusieron algunas pausas, pero para mi gusto con toda justificación.

Somos un país que avanza, somos ciudadanos que vamos aprendiendo la cultura de la prevención… hoy las preguntas son ¿y donde están las familias de los afectados? ¿Por qué las cifras no coinciden?... poco falta para pedir a nuestro gobierno copias de las actas de defunción en donde consten las razones de los fallecimientos…

Yo me inclino a pensar que somos un país en evolución… felicito a aquellos que tomaron las decisiones a tiempo, me enorgullezco de mis paisanos que tomamos con seriedad y responsabilidad esta situación. Yo me inclino a la prevención, yo no necesito leer sobre millones de pérdidas humanas o ver en televisión imágenes amarillistas para creer en lo que sucede.

Si bien es cierto que sufrimos de muchos males, crisis, narcotráfico, abusos, y un sin fin de pequeñas células cancerigenas, yo confío en que como el cáncer tenemos oportunidad, hemos mutilado algunas partes y tal ves se sigan mutilando, es el sacrificio por la vida.

Yo esperaría que la palabra “prevención” fuera verdaderamente el “básico” del país, tengámosla siempre cerca y recordémosla a quienes la olvidan, cuando menos abramos nuestro closet y elijamos para ella un lugar visible, uno muy visible.

lunes, 20 de abril de 2009

Un poquito de mí

Soy alguien que sueña en positivo, es muy duro para mi entender el no, superar las perdidas y seguir… hasta ahora solo había escrito cosas sin sentido, metáforas, experiencias de ayer o de anteayer… cargadas en algunas ocasiones de tristeza, en otras de felicidad y en muchas de duda.

Hoy quiero compartir una perdida… hace 24 años (más menos) perdí a mi papa, nunca lo extrañe, nunca lo soñé, nunca lo pensé. Y es que una niña tan pequeña no puede entender lo que sucede.

La gente que recuerda platica cosas de aquel día, cuentan como la niña del vestido precioso se acerco a él, no recuerdan como llego hasta ese lugar pero le pregunto “¿Cuándo vas a levantarte?”… es triste… para todos ahí fue desgarrador seguramente… para ella solo fue una de las muchas preguntas que seguiría haciendo en su vida.

Mi papá me compro ese lindo vestido, mi mamá decidió ponérmelo, yo decidí acercarme a preguntar… seguramente ahí decidí también, no volver a preguntar nada sin estar segura de que tendría una respuesta.

Ahora que pasó el tiempo, mucho tiempo, empiezo a entender…

lunes, 13 de abril de 2009

COMPRENSIÓN DE UN INSTANTE EN EL PASADO

Talvez nunca lo vi así… anhelo, capricho, empeño, antojo, objetivo, aspiración, ambición, intención, pretensión…

Deseo, hambre de pasión, ímpetu, ganas de ver a los ojos y sentir que el mundo es poco para sus anhelos, leer en sus estrofas análisis puro, producto de su razón y convicción… encontrar en su voz el temple de un roble y en su lenguaje la necesidad de replica.

Ahora lo concibo así.

Necesitaba talvez un camino más largo, un recorrido más mesurado, muchas conversaciones como aquella, muchas mentes como esa… necesitaba quizá advertir que hacia, entender los motivos que me llevaron hasta allí… requería seguramente dominar bastante más el arte del saber.

Intente lo mejor con lo poco aprendido por mis años… percibí su empeño, posteriormente su decepción seguida de vibraciones cargadas de ansia, deseos de que fuera un poco más.

Ahora que hago el recuento, que revivo el momento, solo quisiera responder a lo esperado.

Y me es imposible preguntar ¿puede algo magnifico estar frente a ti alguna vez? Así de simple.

Y si es así ¿puede no ser captado por el único testigo del momento?

Y si se va sin que lo notes ¿puede aparecer de nuevo?

miércoles, 8 de abril de 2009

Penélope y yo… gran amistad, me recomendó correr.

Tenia meses pensándolo, mucho tiempo planeándolo, me pasaba por la mente la idea y no me desagradaba… aahhh pero que difícil es “del dicho al hecho”.

Pudiéramos contabilizar el tiempo de nuestra vida en el que nos la pasamos planeando, programando, PENSANDO, agotamos la frase “después de darle muchas vueltas al asunto, decidí…” porque tiene que ser tan difícil elegir, insisto, porque tenemos que perder tantísimo tiempo en programar…

Programamos lo que nos pondremos al día siguiente (y nunca salimos con lo planeado), planeamos con quien nos casaremos (mil veces he escuchado “yo imaginaba casarme con un hombre bla bla bla y mírame ahora soy muy feliz con chuchito”).

La cosa es A B C y dale hasta la letra que más te guste, ahí terminan las opciones y eliges… piensas un poco, valoras los conocidísimos PROS y CONTRAS y eliges. Pero meses planeando entrar al rol de mujer saludable… eso no se vale.

Al fin ayer lo hice… por ahora solo voy una rato a mi oficina, todo el mundo vacaciona, yo voy un rato a la oficina… así que ayer, después de hacer algunos pagos llegue a mi casa muerta de hambre, comí algo y me dispuse a ver algo de Almodóvar VOLVER, que fuertes podemos ser…

Y veía mi televisor, y me decía esa maldita Penélope… así que fue un mandato divino “ve a correr… has ejercicio… ten miedo a la flacidez” ok ok le dije a la voz que salía de ese circulo de luz… ya es bastante.

Desempolve mi ropa de ejercicio, por fortuna seguía entrando igual o mejor que hacia meses… me puse mis tenis que se habían convertido en un accesorio de sábado por la mañana, recogí mi cabello y me lance al tan competido mundo de la corredera…

Ahí estaba yo, con mis pocos conocimientos de calentamiento y mis muchos conocimientos en el arte de correr (corro del trabajo, corro de mi casa, corro de mi exnovio, corro de mi misma), había un joven preparándose como yo para iniciar la carrera, no pude evitar copearme con él… digo digo… copiarme de él en algunos ejercicios de calentamiento. Y a correr, decidí perseguirlo, cambie el verbo correr por perseguir, me gusta más, esto de correr era mejor de lo que pensé.

A los 5 minutos viví la separación, fue dura pero me repuse… y solo lo deje ir “si es mío volverá, si no pues…” vi como se alejaba y yo solamente ya no podía más, el joven era rápido y además estoy cansada de estas relaciones fugaces que prometen mucho y crashh.

Y así continué, corría-caminaba-trotaba-caminaba-corría-caminaba… al final estire un poco, me senté en una banca y observe… respire… estire… y por fin se rompió.